¿Puede haber un líder que sea coach, mentor, consejero, gerente, jefe y patrocinador?
No existe un "mejor" o "peor" estilo de liderazgo, ya que cada persona necesita uno distinto, y los desafíos que se plantean y las exigencias de los clientes determinan que hace falta un modelo que integre todo lo ya conocido.
La pandemia no hizo más que acelerar el proceso de transformación digital que ya venían viviendo las organizaciones, el cual continuará con un crecimiento exponencial.
Por lo tanto, hoy se requieren colaboradores, ya no solo líderes, con gran capacidad de adaptación a estos entornos cambiantes y altamente competitivos en los que se mueven las empresas.
Es importante tener claro que no hay que limitarse a modelos que pudieron ser exitosos en el pasado, en función de determinadas características de la organización o momentos por los que se encontraba atravesando, pero no lo son para el presente y casi ni serán mencionados en el futuro. Se deberá adoptar un estilo de liderazgo flexible y certero en función de las habilidades, conocimientos y actitudes que posean los seguidores.
Liderazgo transformador
A lo antes mencionado, se le agrega un dato de la realidad, y es que los líderes deben sumar, a este escenario de desafíos y complejidad, la convivencia de cinco generaciones de colaboradores que co-existen con diferentes actitudes, comportamientos y también competencias, para poner a prueba la capacidad real de lograr que decidan seguirlos.
Quienes lideran equipos de trabajo, tienen dos caminos: comprender este nuevo paradigma o seguir jugando el juego de a quien culpar, si a la pandemia, a la tecnología, a las redes sociales, a las nuevas generaciones, a la organización, incluso hay quienes culpan a los clientes.
En HuCap hablamos del Liderazgo sistémico orientado a RESE (Resultados Extraordinarios, Sustentables y Equilibrados), el cual se basa en un estilo de liderazgo transformador, capaz de contagiar y motivar a las personas a pensar en lograr resultados extraordinarios o encender esa llama sagrada que todos llevamos dentro, mostrándoles siempre el destino al que se dirigen.
Cuando hablamos de RESE, nos referimos a aquellos resultados que trascienden lo que personas, equipos y organizaciones comunes son capaces de lograr, haciéndolos además sustentables en el largo plazo y generando que todas las partes se mantengan en equilibrio saludable. Significa ir más allá de la mera ejecución de tareas y el estricto cumplimiento de los objetivos estipulados.
Los líderes que piensen en lograr resultados extraordinarios saben que sus seguidores tienen que tener encendida esa llama sagrada que todos poseemos y tener ambiciones de lograrlos.
En definitiva, cuando hablamos de Liderazgo orientado a RESE, hablamos de adoptar un estilo flexible y certero en función de las habilidades, conocimientos y actitudes que posean los seguidores; para lo cual, debe ser un excelente coach, mentor, consejero, gerente, jefe y patrocinador, rompiendo todo inmovilismo de estilo que por limitaciones propias o culturales del sistema impidiera aplicar el más apropiado.
El rol de Recursos Humanos
Desde el área de Recursos Humanos, se debe fomentar y desarrollar líderes y sistemas de liderazgo efectivos, enmarcados en una visión sistémica que logre que cada jefe, gerente o director, sea el "gerente de recursos humanos" de las personas a su cargo, creando las prácticas, programas de formación y desarrollo, mapeo de talentos y sobre todo la "cultura del nosotros", como emblema de un espíritu de equipo, disruptivos, transformadores, colaboradores insaciables por alcanzar el éxito.
Capacitarse resultará clave siempre. Las personas que mejor se adapten, se autocapaciten y apliquen una actitud de hacerse cargo de su propio destino y sin esperar que las empresas lo hagan, tienen enormes oportunidades de moverse a la "increíble velocidad de internet" que hoy es necesaria por los contextos dinámicos y altamente competitivos en los que las organizaciones se encuentran inmersas, sobre todo en posiciones de liderazgo.
Por supuesto, Recursos Humanos desde su rol, así como la dirección de la organización, deberán ser garante de que esto suceda, fomentarlo e invertir en la capacitación y desarrollo de sus colaboradores, ya que las organizaciones cambian y se desarrollan cuando sus integrantes lo hacen primero.
*Miguel Alfonso Terlizzi es Presidente de Hucap.